El ritual de la carne asada
De donde vengo la carne asada los domingos son toda una costumbre, algo místico, casi religioso, es ese día donde la familia y los amigos se reúnen para realizar este evento, solo con el pretexto de la reunión misma…
No sé si lo han notado, pero para nosotros los hombres, se vuelve en una cuestión de orgullo, de cuestionarnos quien de toda la bola es el macho “alfa”…
De verdad, y es que esta costumbre viene de las épocas de las cavernas, de las cacerías en grupo, del homo habilis…
Y es que se vuelve una fiesta, todo un ritual, y falta con ver todo el “show” que armamos:
1) Primero que nada, el primer paso no es preparar la carne, es elegir la bebida que nos acompañara la tarde para disfrutar el viejo festín…que por lo general sería una buena cerveza (aquí dejo un espacio, para que tu elijas tu cerveza favorita)…
2) El encendido de la parrilla se convierte en un momento crucial, para él todos los hombres se reúnen alrededor para cuestionarse la forma de prender el carbón, claro, los mirones con cerveza en mano derecha y la izquierda en el bolsillo del pantalón…
3) Ya prendido el fuego, como torero en faena, con un metro de distancia el anfitrión deja recostar la carne en el emparrillado, reconociéndose el famoso -“ssssssssss” de la carne…
4) Si hay niños jugando cerca, los alejamos más de 3 mts. de la parrilla, pedimos asistencia para mantener lejos a los escuincles…
Todo se vuelve, parte de un evento donde la familia y los amigos convivimos por cualquier motivo, no hay cumpleaños ni aniversario que no amerite una “carnita asada, y mucho menos si hay un partido de fútbol o cualquier deporte donde las rivalidades se encuentren y se discutan al alrededor del emparrillado...
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