No hay finales felices, solo historias sin acabar …
En ocasiones me sorprendo
pensándote,
como cuando me sobrecoge el viento
y me arrebata tiriteos de frío.
como cuando me sobrecoge el viento
y me arrebata tiriteos de frío.
Entonces corro a casa creyéndome
que con un abrigo calentaré tu recuerdo;
llegándome el calor, librándome de hastío.
que con un abrigo calentaré tu recuerdo;
llegándome el calor, librándome de hastío.
En
ocasiones las hojas de papel están esperándome,
proyectos míos que se convierten en tus cartas,
me quedo suplicando: no se pierdan el camino.
proyectos míos que se convierten en tus cartas,
me quedo suplicando: no se pierdan el camino.
Entonces lloro porque quizás
secándome
reduciré el dolor y algunos metros de distancia;
la de continentes o la de mis brazos, cualesquiera, imagino.
reduciré el dolor y algunos metros de distancia;
la de continentes o la de mis brazos, cualesquiera, imagino.
En ocasiones te escondo estos mis poemas,
para que sin pretenderlo el día que los encuentres,
te calienten como tu recuerdo hace conmigo.
para que sin pretenderlo el día que los encuentres,
te calienten como tu recuerdo hace conmigo.
Entonces te escribo que “sonrías y
no temas”,
que les busques y al encontrarlas te acuerdes,
que tuvimos días hermosos y aún los tendremos …
que les busques y al encontrarlas te acuerdes,
que tuvimos días hermosos y aún los tendremos …
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